Una versión renacentista (sí, aunque no lo crean) de la conocida escena de San Jerónimo rechazando los placeres mundanos por el pintor italiano Carlo Crivelli; uno de mis favoritos, por cierto.. si no lo conocen vayan conociéndolo, es maravilloso. Vean esos colores tan claros y brillantes y esa pincelada tan fina...
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